El Ayuntamiento de Logroño tiene previsto realizar cambios definitivos en los próximos meses en la Calle Gonzalo de Berceo, tras año y medio de medidas excepcionales debido a la pandemia del COVID-19. Estas medidas tenían por objetivo reequilibrar el espacio público, permitir las distancias de seguridad entre personas, y dar mayor relevancia a la movilidad peatonal y al transporte público respecto a la movilidad en automóvil.
Antes de la reforma, la C/ Gonzalo de Berceo era una de las que registraba más atropellos de Logroño. En nuestra ciudad, según estadísticas policiales, 6 de cada 7 atropellos fueron responsabilidad de las personas que conducen. Para reducir la posibilidad de atropello y su gravedad, son necesarias medidas para reducir la velocidad de los vehículos, facilitar los itinerarios peatonales con pasos legales, cómodos y a distancias más cortas, y garantizar la visibilidad en los pasos de peatones, sin olvidar el desarrollo del autobús urbano como medio que puede sustituir muchos usos de coche privado.
Logroño Andando apoyó las mejoras introducidas que garantizaban itinerarios peatonales más cortos, directos, agradables y seguros (nuevo paso de peatones en el cruce con la Calle Trinidad, aceras continuas en Calle Tejada y Calle Poniente y eliminación de obstáculos en todos los pasos), una mayor facilidad de acceso al autobús urbano (con nuevas plataformas ampliadas) y un estrechamiento de los carriles de circulación, para reducir la velocidad de los vehículos y aumentar la seguridad tanto para los peatones como para la circulación viaria.
Por ello, Logroño Andando solicita al Ayuntamiento de Logroño que en la próxima obra definitiva de la Calle Gonzalo de Berceo se tengan en cuenta los siguientes criterios:
- Estrechamiento de carriles de circulación para evitar la situación anterior de constante DOBLE FILA. Este comportamiento ilegal e injustificable hace la circulación de vehículos menos fluida, causa esperas y molestias al subir y bajar del autobús urbano, y puede comprometer la seguridad en los pasos peatonales, porque dificulta la visibilidad.
- Amplia visibilidad en los pasos de peatones instalando aparcamientos de bicicletas o de motos en las plazas contiguas a dichos pasos.
- Consolidación definitiva de las plataformas de las paradas de autobús para garantizar accesibilidad universal a los usuarios del transporte público y facilitar la maniobra del propio autobús.
- Ampliación del arbolado en toda la calle, por múltiples motivos (mitigación del cambio climático, creación de un entorno urbano más saludable y con mayor biodiversidad, reducción de la transmisión del ruido, entre otros)
En definitiva, una calle con un espacio público de calidad y lista para las necesidades de las próximas décadas, en la que los usos peatonales y de transporte público sean prioritarios, en lugar del paso o almacenamiento de vehículos.